TU PUEDES HACERLO ..........................

JESÚS dijo: Vosotros sois la luz del mundo....
El trabajo que DIOS nos mando hacer en este mundo no ha terminado, y hoy el mandato sigue siendo una obligación, y por eso hablamos de personas excluidas. Pero las misiones y salidas a predicar la palabra de DIOS son el trabajo inicial que destruye la oscuridad y salva vidas. El propósito de las salidas los días sábado a las 3.30 de la tarde es proclamar el único mensaje de salvación JESUCRISTO. Jesús es el único camino al cielo por que la otra alternativa es el infierno. Proverbios 24:11 Libra a los que son llevados a la muerte, salva a los que están en peligro de muerte.
Te invitamos ha trabajar para llegar a los excluidos, pero los obreros son pocos, TU PUEDES HACERLO PUEDES CAMBIAR EL MUNDO. El evangelio solo son buenas nuevas si llega a tiempo(Carl F.H. Henry) Hermanos y hermanas, esto no es una invitación a una vida fácil, es trabajar en las calles, plazas, colectivos y subtes con el único mensaje de salvación JESUCRISTO NUESTRO REY Y SOBERANO.
Habiendo visto y leído esto tu puedes optar por mirar a otro lado pero nunca puedes volver a decir no lo sabia.
Próxima salida sábado 3 de agosto a plaza Patricios, lugar de reunión iglesia bautista Sinai (av. saenz 541)
3:30 de la tarde te esperamos...............................

¡ES EL SEÑOR...."Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!" Juan 20:28

"...Y Jesús le dijo: Dame de beber..." Juan 4:7. ¡Cuántos de nosotros estamos empeñados en que Jesucristo calme nuestra sed cuando deberíamos estar satisfaciéndolo a Él! Tendríamos que estar derramando nuestras vidas, entregando la totalidad de nuestro ser y no acercándonos a Él para que nos satisfaga... "Me seréis testigos..." Hechos 1:8. Esto significa una vida de devoción pura, que no hace concesiones y sin restricciones para el Señor Jesús, una vida de satisfacción para Él, dondequiera que nos envíe.
Guárdate de cualquier cosa que contienda con tu lealtad a Jesucristo. El mayor rival de la verdadera devoción a Jesús es el servicio que realizamos para Él. Resulta más fácil servir que derramarle nuestras vidas completamente a Jesús. El objetivo del llamado de Dios es su satisfacción, no simplemente que hagamos algo para Él. No somos enviados para luchar a favor de Dios, sino para que Él nos use en sus batallas. ¿Estamos más dedicados al servicio que a Jesucristo mismo?