DIFÍCIL DE AMAR?.......


Hace años, fui consejero en un campamento donde había jóvenes rebeldes. Su conducta me resultaba un desafío interesante, ya que maltrataban a los animales en el zoológico de mascotas y, en ocasiones, se peleaban entre ellos. Por eso, adopté un método tranquilo, pero firme, para liderarlos. Aunque a veces me exasperaban, siempre me aseguraba de que materialmente no les faltara nada.
A pesar de que por fuera me mostraba amable y amoroso, solía sentir que solo estaba «soportándolos». Eso me llevó a orar y a reflexionar sobre cómo el Padre celestial provee para sus hijos rebeldes. Al relatar la historia del éxodo de los israelitas, Pablo declaró: «Y por un tiempo como de cuarenta años [Dios] los soportó en el desierto» (Hechos 13:18). En griego, una de las connotaciones de la palabra «soportó» se refiere a proveer pacientemente para suplir las necesidades de las personas aunque estas no demuestren agradecimiento.
Algunos no reaccionan de manera favorable ante nuestros esfuerzos por mostrarles interés y dedicación. Cuando esto sucede, sería útil recordar que Dios es paciente con nosotros y que nos ha dado su Espíritu para que demostremos amor a aquellos que son difíciles de amar o desagradecidos .  (Gál 5:22-23 OSO) Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 
Señor, danos tu paciencia para tratar con aquellos que son difíciles de amar.
Sé tan paciente con los demás como Dios lo ha sido contigo.

HABLANDO DE DINERO


Hacía poco que Marilina y Esteban se habían casado. Aunque el dinero escaseaba, ella quiso cambiar el cubrecama gastado. Entonces, decidió comprar uno nuevo con la tarjeta de crédito, con la esperanza de conseguir dinero para pagarlo.
Se sorprendió cuando su lectura devocional diaria la llevó a Proverbios 22:27: «Porque si no tienes con qué pagar, te quitarán hasta la cama en que duermes» (nvi). Ese día, Marilina decidió no endeudarse por un cubrecama nuevo.
Decidir cómo gastar nuestro dinero es una cuestión personal entre nosotros y el Señor, y puede resultar difícil. Pero Dios no nos dejó a la deriva, sino que nos enseña: «Honra al Señor con tus bienes» (Proverbios 3:9), y «no podéis servir a Dios y a las riquezas» (Mateo 6:24).
Con estas verdades en mente, buscamos ayuda en su Palabra para usar el dinero sabiamente, y encontramos lo siguiente: «… guardaos de toda avaricia…» (Lucas 12:15); «… el que toma prestado es siervo del que presta» (Proverbios 22:7). Además, en 1 Timoteo, leemos: «… sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos» (6:18).
El dinero es un tema importante. Dios, quien suple todas nuestras necesidades, puede mostrarnos cómo usarlo para honrar su nombre.
Jamás permitas que el dinero se convierta en tu ídolo.
DIOS LES BENDIGA ETERNAMENTE EN CRISTO JESÚS...Radio Cristiana las 24 horas

SENCILLO Y CLARO


James Madison, el cuarto presidente de Estados Unidos, tuvo un papel decisivo en la redacción de la constitución de ese país. Advirtió sobre no elaborar leyes «tan extensas que no puedan leerse o tan incoherentes que no se entiendan». En vista de algunos complicados formularios gubernamentales que he leído, ¡sería necesario que esa advertencia se tuviera en cuenta más a menudo!
A veces, cuando compartimos el evangelio, lo complicamos más de lo necesario. Gracias a Dios, la Biblia presenta la buena noticia de la salvación con un lenguaje claro y fácil de entender. Jesús le dijo a Nicodemo, un fariseo instruido, que «… de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16). Más tarde, agregó: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (14:6). Con un lenguaje sencillo, el apóstol Pablo le respondió al carcelero de Filipo, quien había preguntado qué hacer para ser salvo: «Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo…» (Hechos 16:31).
La preciosa historia del amor de Dios es sencilla: Él envió a su Hijo a rescatarnos del pecado y de la muerte. Esta es una noticia maravillosa que aun los niños pueden entenderla.
Por la fe en Cristo, recibimos el perdón de Dios y evitamos la condena por el pecado.

EL ESTRES


Cómo impedir un colapso nervioso

¿Está a punto de perder el control? ¿Siente que si añade más presión perderá el dominio propio? El estrés puede ser un monstruo, pero también una buena motivación.
El estrés es la presión externa que nos causa tensión física, mental o emocional; es la resistencia internaen respuesta a la presión externa. El estrés es presión negativa que provoca angustia, peligro o un colapso;  es la presión positiva que produce motivación y movimiento.
Reaccionamos a la presión en forma muy parecida a como hace el metal que debe forjarse para que se haga resistente. La tensión puede aumentar nuestra capacidad de resistencia. Sin embargo, cuando es excesiva, puede producir un colapso nervioso. Dios nos conoce íntimamente. Él sabe la cantidad correcta de presión que podemos sobrellevar, pero nuestras reacciones son muy importantes…
El estrés es un asunto espiritual que afecta la vida total. La presión no es la culpable. La forma en que reaccionamos a la presión es la que revela si entendemos los caminos de Dios. La aparición de la tensión mide nuestra madurez. Podemos permitir que se interponga entre nosotros y el Señor, o podemos hacer que nos acerque más a él.
¿Tiene usted una perspectiva positiva o negativa? Si pasa mucho tiempo pensando en forma negativa, casi cualquier cosa puede convertir en estrés, aun las buenas circunstancias. Por eso, Dios quiere que meditemos en lo que es puro y santo…Las emociones deben reconocerse y aceptarse, básicamente son producto de nuestros pensamientos y pueden controlarse. La inmadurez emocional nos hace prisioneros de nuestros sentimientos y nos mantiene encadenados a un estrés exagerado…La ciencia médica tiene una definición especial al estrés. Dice que entreteje las reacciones mentales y emocionales con el sistema nervioso central… si no manejamos la presión en forma saludable, nos hacemos susceptibles a una gran variedad de problemas de salud.
¿Se encuentra usted mental, emocional o físicamente a punto de sufrir un colapso? ¿Se dirige hacia él a toda velocidad, pero ya no tiene combustible? Con frecuencia, Dios permite que se termine el combustible para que nos acerquemos a él. Acérquese al “Rey de reyes” y aprenda de él. El Espíritu Santo está trabajando en usted, buscando tener una relación personal para ayudarle a llevar sus cargas…
Mat 11:28-30 SRV  Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.  (29)  Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.  (30)  Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Flp 4:8-9 SRV  Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad.  (9)  Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz será con vosotros.
Rom 12:2 SRV  Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.




EL LLAMAMIENTO DIVINO....


Pablo afirma en este versículo que el llamado de Dios es a predicar el Evangelio. Pero recuerda lo que el apóstol quiere decir con evangelio, esto es, la realidad de la redención en nuestro Señor Jesucristo. Nosotros tenemos la tendencia a convertir la santificación en la meta de lo que predicamos. Pablo se refiere a las experiencias personales únicamente a manera de ilustración, no como la finalidad del tema. No fuimos comisionados para predicar la salvación o la santificación, sino para levantar a Jesucristo (ver Juan 12:32). Es injusto decir que en la redención Jesucristo sufrió dolores de parto para volverme a mí un santo. Jesucristo sufrió en la redención para redimir al mundo entero y colocarlo perfectamente íntegro y restaurado ante el trono de Dios. El hecho de que nosotros podamos experimentar la redención ilustra el poder de su realidad, pero esa experiencia es una con secuencia y no el objetivo de la redención. Si Dios fuera humano, ¡cuán hastiado y cansado estaría de los continuos ruegos que hacemos luz por nuestra salvación y santificación! ¡Le imponemos cargas desde que amanece hasta que anochece pidiéndole que nos dé cosas, o que nos libre de algo! Pero cuando finalmente tocamos el fundamento sólido de la realidad del Evangelio de Dios, nunca más lo molestamos con nuestras pequeñas quejas personales.
La única pasión en la vida de Pablo era proclamar el Evangelio. Él recibió con beneplácito las angustias, desilusiones y tribulaciones por una sola razón: estas circunstancias lo mantenían imperturbable en su devoción al Evangelio de Dios.

(1Co 1:17 SRV)  Porque no me envió Cristo á bautizar, sino á predicar el evangelio: no en sabiduría de palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo.


Algo más sobre sus métodos


Él va al lugar de donde nos ordenó salir. Si cuando Dios dijo: “Id”, te quedaste porque estabas muy preocupado por la gente de tu casa, lo que hiciste fue robarles las enseñanzas del mismo Jesucristo en persona. Cuando obedeciste y le dejaste todas las consecuencias a Dios, el Señor fue a “tu ciudad” a enseñar, pero mientras no quisiste obedecer, obstaculizaste el camino. Ten cuidado cuando empiezas a argumentar y a poner en competencia lo que llamas tu deber con las órdenes del Señor. Si dices: “Yo sé que Él me dijo que fuera, pero mi deber está aquí”, significa que no crees que Jesús hablaba en serio.
Él enseña donde nos manda que no lo hagamos... "Maestro... hagamos tres enramadas", Lucas 9:33. ¿Estamos jugando a ser dioses aficionados en la vida de otras personas? ¿Hacemos tanto ruido cuando enseñamos a otros que Dios no puede de ninguna manera acercárseles? Tenemos que aprender a mantener nuestra boca cerrada y nuestro espíritu alerta.
Dios desea instruirnos acerca de su Hijo y quiere transformar nuestros tiempos de oración en “montes de transfiguración” (Ver Lucas 9:28-29).
Cuando estamos seguros de que Él va a actuar en una forma específica, nunca volverá a obrar de la misma manera. Él obra allí donde nos ha ordenado esperar... "Quedaos vosotros... hasta que...", Lucas 24:49. Espera en Dios y Él obrará ¡pero no esperes enfadado espiritualmente ni sintiendo pena por ti mismo, pues tu visión es tan corta que no tienes la capacidad de ver más allá de tus narices.
¿Estamos lo suficientemente apartados de nuestros propios ataques espirituales de histeria como para “esperar en Él”?
Esperar no es sentarnos con las manos cruzadas sin hacer nada, sino aprender a hacer lo que se nos ha mandado. Estas son algunas de las facetas de los métodos de Dios que pocas veces reconocemos.
(Mat 11:1 SRV)  Y FUÉ, que acabando Jesús de dar mandamientos á sus doce discípulos, se fué de allí á enseñar y á predicar en las ciudades de ellos.


La comunión en el evangelio


Después de la santificación es difícil saber cuál es tu meta en la vida, porque Dios te ha insertado en su propósito por medio del Espíritu Santo. Ahora Él te usa en el mundo para que lleves a cabo sus propósitos, como usó a su Hijo para salvarnos. Si estás buscando grandezas para ti y te dices: "Dios me ha llamado a esto y aquello", estás poniendo una barrera entre Él y el propósito que tiene para ti. Mientras mantengas tus propios intereses y ambiciones personales, no podrás alinearte ni identificarte con los intereses de Dios. Podrás lograrlo si renuncias a tus planes personales de una vez por todas y dejas que Él te guíe directamente a su propósito para el mundo. También debes renunciar a entender tus caminos, porque ahora son los caminos del Señor.
Debo aprender que el propósito de mi vida es de Él y no mío. Dios me está usando desde su gran perspectiva personal y todo lo que me pide es que confíe en Él, sin decir: "¡Señor, esto me produce tanto dolor!” Hablar así me convierte en una piedra de tropiezo. Cuando dejo de decirle a Dios lo que yo quiero, Él me puede tomar para lo que desea sin ningún estorbo. Me puede humillar, exaltar o hacer lo que prefiera. Simplemente me pide una fe absoluta en Él y en su bondad. Como la autocompasión es del diablo, cuando caigo en ella Dios no me puede utilizar para su propósito en el mundo. De esta forma yo creo mi propio y cómodo "mundo dentro del mundo" y el Señor nunca podrá sacarme de él porque temo congelarme. Confía solo en el DIOS DE JUDA.

1Ts 3:2  y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, para fortaleceros y alentaros respecto a vuestra fe; 

http://www.facebook.com/PorElOjoDeUnaAgujaRadioCristiana/app_180810088654561


SU SANGRE PAGO TODOS MIS PECADOS


Cuando pienso en todo lo que Dios hizo por mi, sinceramente me conmuevo, pensar en todo lo que hizo por amor a mi, en todo lo que sufrió por mi y más aun pensar en que jamás hizo algo malo para merecerlo sin embargo se puso en mi lugar, eso y más me emociona en gran manera.
Cuando pienso en eso y reflexiono en la vida que llevo me doy cuenta que tengo que aplicarme más, me doy cuenta que su sacrificio debe hacer que cada día yo trata de ser mejor. Y es que a veces no valoramos el sacrificio que Jesús hizo por nosotros, a veces se nos olvida que el Justo murió por nosotros los injustos y a pesar de ello tenemos el descaro de reclamar más a Dios o de quejarnos de cosas que realmente no tienen importancia.
Hoy mientras escribía estas líneas sentí que muchas veces no estoy valorando ese sacrificio como Dios se lo merece, reflexione en que su sacrificio fue tan grande y yo muchas veces doy tan poco de mi.
Quizá también sea tu caso, quizá hace mucho tiempo que no veías el sacrificio de Jesús por ti como algo tan maravilloso y especial, quizá hasta se te había olvidado todo lo que Él sufrió por amor a ti, pero hoy puedes reflexionar y comenzar a actuar de una manera especial, demostrando a través de tu diario vivir que su sacrificio no fue en vano, que fuiste perdonado para vivir una vida agradable a Dios y ser testimonio al mundo de que la sangre de Cristo además de perdonar los pecados del hombre también transforma la vida del ser humano.
Juntos podemos este día comenzar a vivir de tal manera que la sangre derramada de Cristo por nosotros se refleje a través de una vida totalmente diferente en donde cada uno de nosotros hagamos de Jesús el Centro de nuestra vida.
Vivamos recordando cada día ese sacrificio y que ello nos motive a vivir una vida santa apartada del mal, que cada día nos apliquemos más para vivir como Dios se merece que vivamos.
Recuerda que su sangre pago todos tus pecados, su muerte y resurrección fue el precio para que hoy podamos ser perdonado totalmente.

¡SI EL MURIÓ POR MI, HOY YO QUIERO VIVIR PARA ÉL!

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.” 

Apocalipsis 12:11 (Reina-Valera 1960)