Oh Señor, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma.
Isaías 26:8
Llamarás su nombre Jesús.
Mateo 1:21
¿Qué significa para usted el nombre de Jesús? El de un hombre, un gran hombre, por supuesto, ¿pero nada más? ¿O quizás es el del Mesías, el hombre que vino enviado por Dios? Sólo hay dos posibilidades: o Jesús es sólo un hombre y el cristianismo una religión entre otras; o Jesús es más que un hombre, y en este caso él es el camino hacia Dios. No podemos quedarnos con impresiones o suposiciones al respecto. Es, pues, necesario informarse, leer la Biblia con cuidado e imparcialidad.
Para nosotros, los cristianos, Jesús es el Hijo de Dios. En la gloria, donde estaba desde la eternidad, el Hijo de Dios no tenía nombre de hombre. Pero, al ser “manifestado en carne”, recibió uno. Un ángel dijo a José: “María… dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús” (Mateo 1:20-21). Es un nombre “más excelente” que el de los ángeles (Hebreos 1:4), un nombre “sobre todo nombre” (Filipenses 2:9), un nombre “admirable” (Jueces 13:18). Para el creyente que lo pronuncia o lo oye pronunciar es “ungüento derramado” (Cantar de los Cantares 1:3), un nombre amado.
En la gloria, el Hijo de Dios todavía lleva el nombre de Jesús. Cuando Saulo de Tarso fue detenido en el camino a Damasco, preguntó: –“¿Quién eres, Señor?”
Y oyó esta respuesta desde el cielo: “Yo soy Jesús” (Hechos 9:5). Llegará el día cuando al pronunciar este nombre, toda rodilla se doblará y todos reconocerán que “Jesucristo es el Señor” (Filipenses 2:10-11).
Fuente: http://www.desdeelcorazon.org
Para nosotros, los cristianos, Jesús es el Hijo de Dios. En la gloria, donde estaba desde la eternidad, el Hijo de Dios no tenía nombre de hombre. Pero, al ser “manifestado en carne”, recibió uno. Un ángel dijo a José: “María… dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús” (Mateo 1:20-21). Es un nombre “más excelente” que el de los ángeles (Hebreos 1:4), un nombre “sobre todo nombre” (Filipenses 2:9), un nombre “admirable” (Jueces 13:18). Para el creyente que lo pronuncia o lo oye pronunciar es “ungüento derramado” (Cantar de los Cantares 1:3), un nombre amado.
En la gloria, el Hijo de Dios todavía lleva el nombre de Jesús. Cuando Saulo de Tarso fue detenido en el camino a Damasco, preguntó: –“¿Quién eres, Señor?”
Y oyó esta respuesta desde el cielo: “Yo soy Jesús” (Hechos 9:5). Llegará el día cuando al pronunciar este nombre, toda rodilla se doblará y todos reconocerán que “Jesucristo es el Señor” (Filipenses 2:10-11).
Fuente: http://www.desdeelcorazon.org
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