El milagro del hacha
Un día, los miembros de la comunidad de los profetas le dijeron a Eliseo: —Como puede ver, el lugar donde ahora vivimos con usted nos resulta pequeño.
2Re 6:2 Es mejor que vayamos al Jordán. Allí podremos conseguir madera y construir[a] un albergue. —Bien, vayan —respondió Eliseo.
2Re 6:3 Pero uno de ellos le pidió: —Acompañe usted, por favor, a sus servidores. Eliseo consintió
2Re 6:4 en acompañarlos, y cuando llegaron al Jordán empezaron a cortar árboles.
2Re 6:5 De pronto, al cortar un tronco, a uno de los profetas se le zafó el hacha y se le cayó al río. —¡Ay, maestro! —gritó—. ¡Esa hacha no era mía!
2Re 6:6 —¿Dónde cayó? —preguntó el hombre de Dios. Cuando se le indicó el lugar, Eliseo cortó un palo y, echándolo allí, hizo que el hacha saliera a flote.
2Re 6:7 —Sácala —ordenó Eliseo. Así que el hombre extendió el brazo y la sacó.
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